¡Nada! Que me voy unos días de vacaciones y cuando regreso a éste, nuestro país, veo que todo está revolucionado. ¿La causa es que llevamos tropecientos días sin gobierno? ¡Noooo! El motivo de nuestra ira, de nuestro desconcierto, de nuestro estupor es que Olvido Hormigos se ha olvidado de olvidar.
Olvido no olvida. Y confiesa su affaire con el mismísimo Alessandro Lequio, conocido por media humanidad por su extrema fidelidad. Al golf. (Que la polémica le ha pillado jugando al deporte de la pelotita y el agujero)
Así que se ha juntado el hambre con las ganas de comer. Porque Olvido también es universalmente conocida por su fidelidad. A la polémica. Así que… menudo embolado. ¡Qué bonito!
Y mientras tanto los amigos del conde lo defienden a capa y espada. Y Olvido… olvidada. ¿Que no era el momento de contarlo? Seguro. ¿Que no es cierto? ¡Quién lo sabe! Se admiten apuestas, ¡oiga!
Y si ahora entra en el juego Miriam Sánchez (otrora Lucía Lapiedra, ex ganadora de Supervivientes, ex de Pipi Estrada, ex asesora del amor en Mujeres, Hombres y Viceversa, novia de un Vivanco y actual tranquila ama de casa) pues ya es el acabóse.
¡Ay cuánto me acuerdo de mi abuelita! Decía, tan sabia ella: “perderá el zorro sus lanas… pero no sus mañas”. Pues eso.
Resulta que esta bomba saltó la semana pasada con la revista Lecturas. Que por cierto… ¡cuidadín! Tironcete de orejas para los correctores: “… pese HA HABER formado la pareja…” ¡No hombre, no!
Esta semana viene Mila, en Lecturas, arreando de lo lindo. No deja títere con cabeza. Que si Lydia Lozano, que si Dulce, que si Mercedes Milá (hala qué gracia: Para que luego digan que los acentos no son importantes: Mila-Milá Tan parecidas palabras. Tan distintas) El caso es que la periodista, estupenda que ha venido de la isla, asegura que es mucho más peligrosa que antes. Que no se va a callar ni haciendo la prueba de apnea y hasta se pone del lado de su archienemiga, Isabel Pantoja, para desprestigiar a la niñera rebelde. ¡Arrea! Y que pedirá perdón a Makoke por respeto a su querido Kiko Matamoros. ¡Arrea otra vez!
El caso es que esta noche se hará un Sálvame Deluxe que promete.
Sigo pasando páginas en Lecturas, con el corazón en un puño después de lo de Mila, y tras quedarme “cao” con los abdominales de Pilar Rubio (recién parida, como quien dice), con la transformación de Antonio Banderas, guitarra en mano y ojos pintados, y con que el pequeño Nicolás paga 2.800 euros mensuales por un pisito en Las Palmas, me encuentro con el ganador de Supervivientes. Este macho buenorro, llamado Jorge Díaz, afirma que tendría sexo con Steisy pero no la quiere como novia. Y yo me pregunto: ¿y a quién le importa, querido? Que echáis un pinchito, enhorabuena. Que no, enhorabuena también. Que ocasiones y oportunidades no te van a faltar.
Me congratula ver a Antonio Hidalgo de nuevo. Ese hombre que se convirtió en mano derecha de Ana Rosa hace unos años, y que ha desaparecido del panorama televisivo nacional (ahora trabaja en la televisión autonómica de Murcia). Veo que está estupendo y que es como Jordi Hurtado. Por él no pasan los años. Pues ahí estaba, en la boda del hijo mayor de la Quintana (¡qué guapa, Ana Rosa!)
Servidora, que es muy trabajadora, también se ha comprado la revista Semana, que trae otras fotos del feliz acontecimiento, y hago un ¡wow! con Bibiana Fernández (espectacular) y con Marisa Martín Blázquez, que está divinaza. Como divinaza está Teresa Campos (continúo con Semana) No puede estar más guapa. Para que luego digan que el amor no rejuvenece. Y ¡oooh! ¿qué ven mis ojitos? Felipe Juan Froilán de todos los Santos ya ha cumplido la mayoría de edad. Pues… o es cosa mía o a este joven le han crecido las cejas. Mucho. ¡Qué cambiado lo he notado, oye!
Y vuelvo a abrir Lecturas para partirme con la columna de Pilar Eyre. Va y titula: «Gracias a Alba Carrillo he podido prescindir del Orfidal». ¡Válgame el divino señor!
Malvado final. Un beso, queridos míos.