¿Dónde vas? ¡Que tú no puedes!

Hay una canción, una actuación, que me ha hecho llorar por dentro. Y por fuera. Y me gustaría convertirlo en himno. Para todos aquellos que, alguna vez en la vida, se cruzaron con mediocres que intentaron acabar con las ganas de volar de un niño.

Ahí va mi sombrero, Manuel Carrasco. ¡Me descubro!

Me dijeron de pequeño

¿dónde vas?, que tú no puedes

Y aquí sigo peleando

Con la indecisión de siempre

Me enseñaron a crecerme

A los pies de la derrota

Esos mismos que no crecen

Y que huyen como idiotas

Me escondía de mí mismo

Me buscaba entre los miedos

Me encontraron mucho antes

De encontrarme yo primero

Aún me saltan de repente

Las alarmas del naufragio

Y me sale defenderme

Por el miedo a tanto daño

Amigos enredaderas

Artistas del postureo

Regalarte los oídos

Forma parte de su juego

Y me canso de las luces

De la gente de mentira

De sus palabras me aburro

De los guays de pacotilla

Y si vas a ir de digno

Peinate… pero por dentro

Ponte guapo pa’ ti mismo

No te engañes si no es cierto

Hay un barco a la deriva

En las dudas que me abrazan

Seguiré su travesía

Entonando las palabras

Y quiéreme como te quiero

Es decir:  más que a mí mismo

Pero quiérete primero

Y será fuerte el idilio.

No me busques en la luna

Ni en el espacio infinito

Que volando a ras del suelo

Me encontrarás aquí mismo

Y para que quede claro

Por si algunos no lo entienden

Eruditos y entendidos

Que mi acento es mi ADN

Que no es ninguna bandera

Que es una canción de cuna

Que mi madre me cantaba

Bajo la luz de la luna

Si levanto la mirada

Sé que voy a verla a ella

Tan dispuesta a la batalla

Que no necesito estrellas

Que me alumbren el camino

Ni que guíen cada paso

Lo único que necesito

Es este amor desesperado

Soy de los que nunca creen

De los que apuestan por otros

A veces me cuesta verme

Cierro mi propio cerrojo

Aprendiendo con más hambre

De los logros y fracasos

Todavía veo al niño

Por los charcos reflejado

Pero cuando encuentro espacio

En los escombros resucito

Aunque pierda siempre gano

Nunca me des por vencido

Cuántas veces intentaron

Que vendiera mis principios

Menos mal que no pudieron

Arrancarme de mi sitio

Me dijeron de pequeño:

¿Dónde vas? que tú no puedes.

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